Los años dorados del cine

Soñé que ocurría y todo era distinto.
El mundo amaneció en blanco y negro,
de botines y trajes blancos
de solapa ancha y pañuelo negro en el bolsillo.

Tu eras Rita Hayworth,
la dama de shangai,
y yo era Orson Welles,
el tercer hombre.

No hacíamos nada.
Simplemente nos sentábamos y mirábamos,
intentando pasar desapercibidos entre tanto mito.
Y en el estudio se nos acercaba Sinatra,
y le decía,
"¡Hey Frank!, ayer te vi un poco flojo en el club,
¡cuídate esa voz!"
y él me miraba,
con la sonrisa torcida y el sombrero ligeramente ladeado,
"¡Hey Orson, no me jodas la resaca!"

4 comentarios

[HabsentaH - 22 de septiembre de 2004 - 03:06]

JAJAJAJA. Joer Nacho, con lo que te gusta a ti el cine de accion.
Menos mal que poco a poco te voy enseñando películas buenas.
Gracias por el comentario.

[nacho - 15 de septiembre de 2004 - 13:52]

gran verdad acerca de lo de chuck norris, menudo paquete

[habsentah - 06 de septiembre de 2004 - 22:19]

Menuda sorpresa!. Me alegra mucho que te hayas dado un paseo por la web.

Es que, cuando veo al Norris este, no me queda más remedio que mirar atrás y buscar otras cosas más interesantes.

[Más allá de la línea de puntos - 06 de septiembre de 2004 - 02:43]

El jazz, el cartón piedra, las ciudades de noches infinitas. Soñar en blanco y negro, caminar por las calles encharcadas de Chicago, conocer a hombres de pocas palabras y muchas balas, a mujeres con pasado y problemas sin futuro... Fue la Edad de Oro porque consiguieron que creyéramos que eso realmente existió. ¿Años 30? No, el mundo empezó con Reagan y las películas de Chuck Norris. El resto es fantasía. Y sí, seguiremos soñando con esas calles y con esos años dorados. Porque nunca nos mintieron tan bien.

Sigue escribiendo y deja de perder el tiempo.